Me voy a permitir la licencia de reproducir un texto en este artículo para desarrollar una idea sobre la que llevo décadas escribiendo.

Esta cita representa plenamente el sentido de mi propósito al desvelar y denunciar la maquinaria de control cognitivo, de aborregamiento masivo, de desactivación de los elementos de construcción hipotética y de análisis de la realidad, de expresión de pensamientos complejos, y de simplificación hasta la menudencia más deprimente de cualquier atisbo de lo que llamamos inteligencia.

Todo lo que vivimos y sufrimos pertenece al ámbito de la programación para lograr masas incapaces de participar activamente en la vida colectiva. Y cuando eso ocurre nos vamos directamente a dictaduras perfectamente maquilladas bajo el adjetivo de “democráticas”, simplemente porque se guardan las fórmulas y las formas de sufragio, bajo la apariencia de constitución de la voluntad general y una oclocracia que rebaja la categoría de nuestro sistema político a niveles de patio de vecindad.

Hay una estrecha relación entre evolución orientada a la formación de nuestras generaciones mediante sistemas educativos basados en la excelencia, la autoexigencia, la superación y el esfuerzo y los niveles de inteligencia de las sociedades, que están soportados por la capacidad de expresar pensamientos complejos con ideas repletas de sutiles matices y conceptos construidos mediante formulaciones abstractas, con el bagaje léxico, con la capacidad de comprender textos alambicados, con la captación de realidades mediante el conocimiento histórico, antropológico y filosófico.

Todo lo opuesto a un sistema educativo fundamentado en la igualación a la baja, la exigencia mínima, la falta de autoridad de los profesores, la ausencia del esfuerzo y el desistimiento del profesorado al que se le desarma tanto en su formación como en su capacidad de discriminar en función del sacrificio que requiere lograr unos resultados, y la medición del logro.

Si todo eso falla se viene abajo todo, incluida la formación en valores y la autoestima de los sujetos. El sistema educativo es el reflejo de los gobernantes. Y los gobernantes el resultado del sistema educativo. A menos excelencia y exigencia en el sistema educativo menos relieve y nivel humano en los políticos. Y a la inversa. Interactúan mutuamente ambos factores en una relación directamente proporcional.

“ El coeficiente intelectual medio de la población mundial, que desde la posguerra hasta finales de los años 90 siempre había aumentado, en los últimos veinte años está disminuyendo…

«No hay libertad sin necesidad. No hay belleza sin el pensamiento de la belleza.»

Ernesto Ladrón de Guevara ( El Correo de España )