
EL ALMIRANTE CERVERA, EL HÉROE QUE CUBA RESPETA Y COLAU DESPRECIA
Ada Colau la alcaldesa de Barcelona, ha calificado de «facha» al almirante Cervera tras quitarle su nombre a una plaza para dársela a Pepe Rubianes, aquel «cómico» del «puta España» en TV3. No es solo que sea imposible que fuera «facha» el militar, que murió antes del surgimiento del fascismo y que ni siquiera fue conservador, sino que el calificativo no aguanta un repaso a la Historia.
La injusticia es tal que ni siquiera la dictadura castrista se ha atrevido a quitar sus dos bustos, colocados en el castillo de los Tres Reyes, en Santiago de Cuba, y en el museo de la Real Fuerza, en La Habana. Pascual Cervera, nacido en 1839, no se identificaba con el conservadurismo. Se adhirió a la revolución democrática de 1868 que destronó a los Borbones, apoyó la monarquía de Amadeo y luego la legalidad republicana de 1873 frente a los cantonales. Siempre del lado de los liberales, desarrolló una prestigiosa carrera militar durante la Restauración, en la Península y en Filipinas, hasta que en diciembre de 1892 fue nombrado ministro de Marina.
No aguantó mucho en el cargo: protestó por la reducción del presupuesto militar y dimitió. Perteneció al grupo de altos jefes del Ejército y de la Armada que sabía antes de 1898 que una posible guerra con Estados Unidos estaba perdida. Como comandante general de la escuadra alertó al gobierno de Sagasta sobre el posible «desastre» y la «gran catástrofe para la pobre España» que sería un enfrentamiento con los norteamericanos.