Fin, ayer sábado día 8 de enero de 2022, del período de alegaciones de la absolutamente tiránica ley de seguridad nacional donde la liberticida piara de Sanchinflas y cía nos cuela el palmario hecho de que, si les peta, nos van a robar todos nuestros bienes (repito, todos, incluido casa y coche), disponer discrecionalmente de nosotros como esclavos sin pagarnos un clavel y otras lindezas totalitarias por el estilo.

¿Lo vas a consentir?

Un ejemplo, a vuela teclado. Por culpa de cualquier falsario truño pangolínico o de otra índole (calentón güebal, volcanes fake, apagón digital, presagio de cataclismo o guerra nuclear, invasión extraterrestre…), rebuznarán: el «Gobierno de España carece de  recursos para pagar las pensiones el próximo mes.

Hemos decretado una Emergencia Nacional», legitimada jurídicamente bajo el estado de excepción acrisoladamente ahormado por el Prostitucional  y » hemos decidido bloquear las cuentas bancarias de todos los españoles. Realizaremos una quita en los ahorros por el bien común».

Así de sencillo lo tienen con el Real Decreto 1150/2021, del pasado 28 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2021.

Ains, el bien común, cuántas tropelías en tu nombre. Tienen, también, el  “derecho legal” de controlar, arbitrariamente, todo el contenido de Internet y la libertad de expresión por el apelado bien común. Si estiman que mientes, ellos los que mienten como respiran (incluso malamente con el bozal), te chaparán.

Tosco pretexto, obvio, pero con el extremadamente sumiso y baboso y domesticado pueblo español, vista la PLANDEMIA, lo tendrán pavorosamente fácil. O, también, blindarán el secreto sobre los destinos y los lujos – no solo aéreos – de Falconetti. E tutti quanti.

Adenda personal

Perro Sandez, tu ley de seguridad nacional – tal las bazofias liberticidas covidicias -, del pasado 28 de diciembre (que no, que no es una inocentada) me la paso por el forro de los cojones, sociópata mafioso de mierda. Ya te lo expliqué detenidamente cuando El País/Pis publicó, sábado 3 de julio del pasado año, el borrador de semejante mierda despótica…

Y, desde luego, jamás se olvide la completa y virtuosa moralidad del tiranicidio. Memento Juan de Mariana.  O, por supuesto, las ineludibles palabras de El Aquinate. De momento, comencemos con Henry David Thoreau. En fin.

Luys Coleto ( El Correo de España )