
Creo en mi corazón,
el que yo exprimo
para teñir el lienzo de la vida
de rojez o palor y que le ha hecho
veste encendida.
Creo en mi corazón,
el que en la siembra
por el surco sin fin fue acrecentando.
Creo en mi corazón,
siempre vertido,
pero nunca vaciado.
Gabriela Mistral
Feliz descanso y mucho ánimo.