
Desde que rompió el cántaro, LA LECHERA
anduvo triste y sola por peñascos y andurriales.
Hasta que apareció en su vida un Perico,
que prometió hacer de ella una dama de primera.
-¿Y cómo conseguirás semejante hazaña?
-Lo que tú no lograste rompiendo el cántaro,
yo lo lograré ROMPIENDO ESPAÑA.
Feliz tarde y mucho ánimo.