No se apresure, caballero,
¿A dónde va tan raudamente?
¿Qué es lo que usted tiene en mente,
Para correr con tanto esmero

No me moleste, ando apurado,
pues tengo tanta, mucha prisa,
y aunque pudiera causar risa,
no debo sentirme cansad.

No existe ninguna novedad
y a nadie he pedido visa,
¿por qué camino tan aprisa?
¡para que no me alcance la edad!

César Moncayo

Feliz tarde y mucho ánimo.