
Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva.
Y estoy sola, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja,
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
Antonio Machado
Feliz tarde y mucho ánimo.