BUSCANDO NEGRO

Sentado ante el teclado, me siento ahora mismo garrulo, carente del ingenio práctico de nuestro presidente accidental. Un paria que escribe sus propios textos. ¿Por qué no hacer «un Sánchez» y firmar como propio algo salido de mano ajena?

Hay quien considera las picardías literarias de Sánchez como una anécdota, pero calibran una catadura moral. Primero fue aquella tesis de la Señorita Pepis, elaborada con brevedad inaudita para lo que es un doctorado, evaluada por un tribunal de amiguetes y trufada de frases de corta y pega y tablas de relleno, como destapó ABC. Un trabajo ramplón, al que ningún centro riguroso regalaría un cum laude y que fue guardado a buen recaudo por su propio autor, sabedor de que no superaba las exigencias académicas.

Después llegó el libro basado en esta tesis, que también hizo agua, pues «El País» reveló plagios de una conferencia. Sánchez salió del brete prometiendo corregir pronto los errores (de lo que nunca más se supo). Ahora llega una nueva entrega: «Manual de Resistencia», libro en el que relata en primera persona la proeza política de cómo logró retornar después de ser extirpado de Ferraz por obra de Felipe González (quien ayer dio el primer aviso de que va a intentar liberarnos de nuevo del pertinaz Sánchez).

Las nuevas memorias sanchecistas muestran en portada un retrato en primer plano de su protagonista, y arriba, una gruesa firma en rojo: Pedro Sánchez. Nueva pillería, pues solo en páginas interiores el propio Sánchez desvela que no ha escrito ni letra y que ha vuelto a recurrir a un negro, en este caso Irene Lozano, tránsfuga de UPyD al PSOE, elevada por Sánchez a secretaria de Estado de lo que Rajoy llamó Marca España (y a lo que el progresismo obligatorio ha cambiado innecesariamente el nombre).

¿Cómo es que una secretaria de Estado se dedica a hacer de negra literaria del presidente? ¿Y cómo es que un presidente en ejercicio acepta convertirse en empleado de un importante grupo mediático, comprometiendo así su independencia? ¿Es aceptable que en plena precampaña electoral un presidente publique un libro a su mayor gloria lanzado por una compañía privada? Son preguntas que en Alemania acabarían muy mal para el político.

En fin… Comienza a preocupar que Sánchez sea finalmente desalojado del poder. Y es que con más tiempo libre y sin Falcon, lo dejas solo y en tres tardes, entre él, Irene y un par de compadres de la tesis, te escriben sin despeinarse la segunda parte de la Biblia. Eso sí: con fotón de Pedro en portada, porque ser supremo solo hay uno.

Luis Ventoso ( ABC )