
CADA UNO FORJA SU DESTINO
No tienes que sentirte mujer o varón para entender lo confuso de lo que se quiere ser.
Importa tu bondad humana, tu lógica inteligente, tu actuar ético. Porque solo tú puedes sentir lo que sientes, imaginar o producir lo que imaginas, responder por tus actos ante tu propia conciencia.
Lo del transgénero es decisión individual. Lo de la discriminación, ignorancia. Lo de la injusticia, problema de la humanidad en todas las latitudes y en todos los tiempos de la historia. Así, que cada uno debe asumir su propia esencia como ser racional que piensa con una ética, lógica y práctica individual, responsable y libre. El mundo interior puede sublimarse con fe en Dios y amor al prójimo. Cada persona es única, irrepetible, libre de forjar su propio destino.
El saber puede abrir poderosas puertas para afrontar los reveses de la vida y llegar a ser un mejor «ser humano» en todos los sentidos. Nadie debe vivir encarcelado por el «qué decir» de los demás. Todos podemos quejarnos de lo mismo.