CADA VOTO CUENTA

«Es difícil hacer predicciones, sobre todo del futuro». Es una frase que se atribuye a Niels Bohr, y resulta especialmente oportuna hoy, cuando Cataluña celebra unas elecciones anómalas. Son anómalas porque quieren ser una salida a una situación excepcional: la declaración ilegal de una República catalana independiente y la posterior activación del artículo 155.

Son anómalas también porque el Gobierno destituido tiene causas pendientes con la justicia. El presidente depuesto de la Generalitat y candidato por Junts per Catalunya es prófugo en Bélgica y va esparciendo mentiras como uno de esos falsos aristócratas que timan a los turistas en las películas de Ernst Lubitsch. El ex vicepresidente, Oriol Junqueras, está en prisión preventiva y encabeza las listas de Esquerra Republicana.

Las encuestas sugieren que puede ser difícil formar Gobierno, no digamos encontrar soluciones. Esto último exigirá renunciar a la política de máximos y mentiras que ha lanzado el procés. La fractura se tendrá que ver claramente, para trazar acuerdos que aspiren a repararla. Del desastre salimos con algunos elementos claros: el hecho de que el catalanismo tiene que volver al camino de la Constitución y el Estado de derecho, y reconocer a quienes no comparten sus opiniones; la visibilización de un sector muy importante de la población catalana que hasta ahora no se había articulado; los riesgos de encerrarse en una identidad única, cuando la identidad es siempre azarosa, compleja y cambiante. Cada voto cuenta.

Daniel Gascón ( El Mundo )

viñeta de Linda Galmor