Como dijo José Antonio, necesitamos un proyecto SUGESTIVO de vida en común. ¿ Que es lo que podemos ofrecerle a nuestros cerriles compatriotas vascos y catalanes hoy en día acerca de estas sabias seis palabras?
En primer y urgente lugar un proyecto contra la expansión del islamismo. Nuestra península es el objetivo más cercano a corto plazo de esta expansión. Hay que convencer a todas las regiones de España de que solo unidos podremos luchar contra este problema que se planteará más pronto que tarde, querámoslo o no querámoslo.
Y en segundo lugar el despertar de la España dormida que habla en castellano.  Esto es así, solo ofreciéndoles a los disidentes una España al nivel de Alemania o Japón, podremos acallar sus voces.
¿Que como se hace esto? En mi libro Contra la despoblación (Europa en la encrucijada) lo expongo detenidamente. Voy a intentar resumirlo.
Necesitamos una revolución cultural por parte de los intelectuales que exalte el amor patrio y que exponga los objetivos comunes a combatir. Escritores, cineastas y periodistas debemos dejar a un lado el lastimero llanto y el poner a caldo a nuestros opositores y centrarnos en señalar el nuevo camino a recorrer.
Necesitamos una revolución en las conciencias. El español debe darse cuenta que tenemos que trabajar no solo por ganarnos el sustento sino que también por engrandecer a la patria.
Necesitamos una revolución política que acabe con el «ancién régimen » de las oligarquías que nos vienen de antaño en favor del nuevo hombre español, es decir, el ascenso social de la meritocracia en detrimento de una sociedad de clases de lujos asiáticos que saben corromper inmediatamente a nuestros políticos según van llegando al poder.
Junto a esto acabar también con el envidioso igualitarismo impregnado en nuestra sociedad que tanto daño está causando a nuestros mejores hombres. Es decir, ni izquierdas ni derechas, una nueva vía en que los méritos sean reconocidos y nuestros mejores sirvan de faros que guíen a la sociedad española a las más altas metas.
Esto que les he expuesto brevemente es el meollo de la cuestión. Solo añadir que la batalla cultural es igual de importante que la política.  Aunque seamos menos y dispongamos de pocos medios es nuestra sagrada misión para con la patria. Pues solo ganando las conciencias podremos llevar a cabo la revolución política que necesita el país para modernizarse, y así ganar también las conciencias de los recalcitrantes disidentes vascos y catalanes.
Y a ello dedico mis escritos y canciones. Desde Dixieland producciones, Freddy y yo intentamos ser avanzadilla de esa revolución cultural, con escasos medios pero con mucha ilusión, fé y amor patrio. Es hora de ofrecer a los españoles una salida a este atasco vil en que nos encontramos. Y hacer ver que la modernización que necesita el país pasa por esta tercera vía.
Y vuelvo a repetir, solo ofreciéndoles a vascos y catalanes un país moderno podremos salvar el desastre. Retenerlos por la fuerza solo durará lo que tarden la vacía Castilla y el vacío Aragón y demás regiones envejecidas en expirar.
Así que vamos a ponernos todos manos a la obra, y convenzamos a nuestros directores de cine que dejen de sembrar cizaña y hagan películas que calienten el espíritu de los fatigados españoles. Que nos ayuden a sacarlos de esta depresión colectiva ofreciendo filmes patriotas y que exalten nuestros logros pasados y futuros.
El futuro ya llama a la puerta con sus nuevos retos y desafíos. Afrontémoslos con fé y optimismo. Que Castilla renazca de sus cenizas para seguir manteniendo los lazos unitarios.
Si no nos devorarán nuestros vecinos africanos.
Manuel Fernández Prieto ( El Correo de España )