“EL VIEJO Y EL MAL”
-Si, ya se que la novela se titula “el viejo y el mar” pero es que en Ciudad Real no hay mar…Lo que hay es “mal”.
-El “mal” de la injusticia…El “mal” de una jueza que aplica las leyes injustas de manera injusta y ciega y que convierte a José Lomas en el Santiago de la novela.
-Ambos son viejos, ambos están solos y ambos se enfrentan a un destino lleno de peligros.
-Pero nuestro protagonista lo tiene peor; Santiago luchaba por conseguir una presa que le permitiera sobrevivir y se ve obligado a defenderla de los tiburones que se la arrebatan; José trata de defender su hacienda y su vida de otro tiburón que entra en su casa con igual intención.
-Ambos se enfrentan a lo imposible, solos y sin más recursos que sus escasas fuerzas…Y ambos pierden…Y a la postre ambos morirán.
-Solo una cosa les diferencia y son las palabras de nuestro “viejo” cuando manifiesta públicamente que está “mejor en la cárcel que en libertad”…Para José Lomas el “mar manchego” en el que desea permanecer, es el trullo ya allí se siente bien en compañía de réprobos y delincuentes y eso al parecer palía su abandono e indefensión.
-Voto por él; por su firmeza desesperada, por su entereza frente a la injusticia; morirá en la cárcel, pero al menos tendrá el consuelo de morir en compañía aunque sea la de otros “delincuentes”.
-Posiblemente la jueza tiburón que lo aniquila, dormirá tranquila…si es que los tiburones duermen.
-José, ¡descanse en paz!…En la paz de una celda, donde privado de su libertad, al menos dispone al fin, paradójicamente, de la protección que le brindan unos barrotes.
Agustín Muro