LA HORA DE LA IRA
-La principal característica de un tirano, es creerse por encima del bien y del mal…Es su prepotencia, fruto de un ansia de poder insatisfecha por más que consiga….Es su demente obstinación y su necia iluminación.
-Esto le arrastra al peor tipo de corrupción que puede darse en un político: el abuso de poder, el nepotismo y la carencia de toda empatía ante el padecimiento de sus gobernados que normalmente él mismo crea o agrava.
-Esto es de libro y vemos como los tiranos han poblado la Historia…
-Y por ello los pueblos, en su desespero, han tratado de paliar ese mal con la daga o con la revolución y la configuración de eso que se llama Estado de Derecho ya que nunca, pero nunca, en su locura, el tirano pondrá freno a su criminal actuación por voluntad propia.
-Pero el tirano lo sabe y por eso actúa de modo y maneras según casos: primero, blindándose contra la daga, rodeado de guardias pretorianas y sicarios, se aísla en “palacios” y alcazabas encerrando al pueblo “fuera”, para luego, una vez controlados los mecanismos de poder, desmontar los valladares que los pueblos han levantado como resguardo a la tiranía.
-Ataca todo aquello que en teoría puede ser instrumento de freno en manos de los ciudadanos…Crea confusión, traiciona principios y valores; devalúa tribunales y senados tratando de controlarlos y corrompe esas instituciones sustituyendo a sus legítimos representantes por sicarios cómplices…
-El tirano, hace esto y mucho más…pero que les voy a contar que ustedes no puedan ver, si se dignan hoy y ahora, fijar su mirada en el drama de nuestra Nación y en el causante de daño que nos acomete.
Agusin Muro