EL LABORATORIO DE SÁNCHEZ PARA BLANQUEAR AL SEPARATISMO

La mayoría obtenida por Pedro Sánchezen las urnas le permitirá convertir a España en un laboratorio de pruebas para articular su visión de un nuevo socialismo.

Si bien el modelo de fondo es el que sustancialmente heredó de José Luis Rodríguez Zapatero, Sánchez contará ya con manos libres en un PSOE sin disidencia interna, y con el aval de una mayoría parlamentaria suficiente para dotar a su proyecto de unas señas de identidad propias con los que cumplir su anhelo de superar los consensos de la Transición, tratar de reformar la Constitución, y abordar una transformación territorial en España acorde con su modelo «plurinacional».

Cuenta con escaños para ello, cuenta con un PSOE subordinado a su autoridad, y cuenta principalmente con la convicción personal de que tiene un mandato legislativo que ya no emana de una moción de censura forzada, sino de una «voluntad mayoritaria» de resolver el conflicto de Cataluña con «más autogobierno».

Es muy posible que Sánchez no necesite al separatismo catalán o al nacionalismo vasco para completar una legislatura de cuatro años gobernando en solitario, como transmitió ayer la dirección del PSOE. Hasta en eso, el aspecto de la nueva legislatura apunta a la primera de Zapatero, cuando hizo fortuna aquella expresión de gobernar en función de la «geometría variable» parlamentaria.

Ahora, el presidente del Gobierno tratará de convertir su obligada sumisión al separatismo para ganar la moción contra Mariano Rajoy en una fortaleza aparente, explotando una suerte de posición intermedia entre el independentismo radical e irredento y el bloque -fallido en el nuevo Senado- de partidos que propugnan la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Manuel Marín ( ABC )