Hay fotos para el recuerdo y otras para el olvido y la que se ha hecho Felipe González con dos indigentes morales ayunos de nobleza, que han conseguido que el Partido Socialista se convierta en una sucursal desnortada del populismo, no es para enmarcarla en la sede del Psoe.  La foto de Felipe González con dos tipos sin más currículo que su capacidad para destrozar al partido socialista me parece la pura imagen de una contradicción.

Siento por Felipe González un reconocimiento que otros hoy le niegan, y es así porque para muchos la vida no es una sucesión momentos buenos y malos sino la foto fija que cada uno elige para justificar sus fobias, y creen que así pueden borrar de un plumazo los logros históricos y de modernización de España que logró durante parte del tiempo en el que fue Presidente del gobierno

Por eso hoy quiero referirme, en primera persona, a ese tiempo pasado porque hace cuarenta años estuve allí, y no me refiero a la foto del Palace, hecha por mi admirado Cesar Lucas, sino a esa campaña electoral en la que recorrí cientos y cientos de kilómetros por toda España en autobuses, en coches de alquiler o en aviones siguiendo por todas partes y a todas horas a un hombre que vestía una chaqueta de pana marrón y hablaba del cambio que necesitaba España, después de que la UCD de Adolfo Suarez se hiciera el harakiri.

Yo también entonces tenía cuarenta años menos, ni una sola cana en mi barba, un magnetofón y una máquina de fotos, compañeros de oficio que nunca nos preguntábamos cuál era nuestro pensamiento político porque era la democracia y la libertad.

Ese año el PSOE obtuvo el 41, 11 % de los votos , sin necesidad de que Jose Félix Tezanos estuviera mangoneando el CIS y muchos de lo que no votaron a Felipe González sentían simpatía por él y la modernidad que representaba.

En 1981 publiqué mi primer libro (El Triángulo: el Psoe durante transición”) un ensayo que presentaron Alfonso Guerra y Luis Gómez Llorente en el Club Internacional de Prensa, y en el 2011 «La Esfera de los libros» me pidió que escribiera otro ensayo sobre la debacle que originó ZP durante sus gobiernos y que la Editorial tituló «El Psoe en llamas». 

Algo conozco de los dos Psoe de estos cuarenta años y como una de las cosas que más me repugna es el asalto de los populistas sin ideología ni moral al poder me quedo con la primera etapa de Felipe González,  a pesar de sus fallos y errores, en vez de los años demoledores de los gobiernos de dos trileros para los que la ideología siempre fue un estorbo y por eso la traicionan.

El signo de estos tiempos es la desmemoria y la ignorancia, y por eso solo quienes conservan estas cualidades se salvan de la contradicción y el ridículo

Diego Armario