EL PLAN DE ZAPATERO QUE CAMBIÓ ESPAÑA

Pablo Iglesias tiene un padre biológico que fue frapero y del que se siente muy orgulloso, pero quien lo adiestró en el manejo del odio y la división, a gran escala y con estudios de mercado, fue José Luis Rodríguez Zapatero, su padre adoptivo. «Lo que pare la gata ratones mata», dice el refranero popular.

Ayer se juntaron en un hotel que podría ser el de «El resplandor». La película no es de terror psicológico, sino de corte documental, y se llama España. Que ningún figurante se quede atrás. Zapatero se puso a cavar zanjas para desenterrar la república e Iglesias propone una reforma para acabar con la monarquía parlamentaria e instaurar un régimen para el que ya tiene ensayado el acento venezolano y la terminología chavista.

Ayer calificó a Felipe González de «abierto opositor» al Gobierno, organismo que desde enero quiere decir progreso, asalto al cielo, quema de restos y borrado de tarjetas. Zapatero no dice nada cuando le mientan a González, que por simple genealogía adhesiva viene a ser el abuelo adoptivo de Iglesias. Como experto mediador y buen conocedor del fenómeno totalitario, Zapatero sabe ante quiénes y ante qué tiene que callar.

Con la cobardía que caracteriza sus soflamas antisistema, camufladas desde que es vicepresidente segundo como mera expresión y transmisión de «lo que piensa mucha gente», Pablo Iglesias recurrió ayer a «la gente de veintitantos años, de treinta y tantos años y de cuarenta y tantos años», a los que supone y quiere analfabetos, para asegurar que los jóvenes no terminan de entender el encaje constitucional de la Corona y que ve un horizonte republicano muy interesante, en el medio o largo plazo.

-«Y este referéndum, ¿cuándo tendríamos que hacerlo?», dice Puigdemont que le dijo un día Pedro Sánchez, hablando de todo un poco.

Para sus horizontes a medio y largo plazo, Pablo Iglesias sabe que no puede contar con Sánchez, que es un oportunista sin principios. Con Rodríguez Zapatero, en cambio, todo le resulta familiar. «El azar es a veces el que conduce la historia», aseguró el pasado marzo Zapatero en su televisión de cabecera, donde saben valorar sus finos trabajos de mediación.

La reciente historia de España, sin embargo, nada tiene que ver con el azar. Pablo Iglesias venía aprendido de su casa, pero buena parte de su generación -la gente, en resumen- creció frente a la zanja que cavaba Zapatero para levantar España.

Programado a medio o largo plazo, ese fue su verdadero Plan E.

Jesús Lillo ( ABC )