EL PSOE TIRA SU » E »

Uno de los motivos por los que no se acaba de cerrar la herida separatista es evidente: al PSOE se le ha caído su «E» de español. No es una opinión. Es un hecho. Cada vez que le toca elegir entre nacionalismo o españolismo -lo que ahora llamamos cursimente «constitucionalismo»-, el Partido Socialista se alía indefectiblemente con los enemigos de España.

Ahí están las pruebas: el PSOE gobernó con ERC en Cataluña, en un tripartido infame, preludio de la crecida independentista; el PSOE mandó en Galicia en coalición con el BNG; el PSOE gobierna con los nacionalistas en Baleares y Valencia y está al servicio leal del PNV para lo que precise. Al PSOE, y a su órbita cultural, les repugnan los partidos pro España («ultraderecha» o «dóberman» son los epítetos habituales), pero todo se vuelve melindres genuflexos ante las formaciones alérgicas a nuestro país, su democracia y su orden constitucional.

Ayer se produjo un ejemplo flagrante de la felonía de un partido socialista que todavía se apellida «Español». Ciudadanos convocó un acto en Alsasua para apoyar a la guardia civil y recalcar que ese pueblo, pese a su atmósfera opresiva, es parte de España. A la marcha se sumaron representantes de AVT, PP, Sociedad Civil y Vox. Fueron insultados por radicales proetarras e intentaron acallar sus voces con un estruendoso repicar de campanas. Los oradores y participantes necesitaron férrea protección policial.

Pues bien, al PSOE le faltó tiempo para poner a parir… ¿a los ultras separatistas que acosaban a los españolistas? No: a los convocantes del acto, a los que acusaron de agitar el odio y avivar agravios, según declaró una eminencia llamada Ander Gil, líder del PSOE en el Senado y que debe su puesto a que apostó por Sánchez en sus horas bajas. Conclusión del espectacular razonamiento del tal Ander: en las calles de Alsasua solo pueden hablar o manifestarse los separatistas, y con todo el derecho del mundo, pero si lo hace alguien en apoyo de España y su democracia es «un provocador».

De manera especialmente desafortunada, el gran Ander reprochó a los manifestantes que «nunca tuvieron que mirar debajo del coche a la mañana» por si había una bomba de ETA. Un insulto a Fernando Savater, que estaba ayer en Alsasua y es un héroe que se jugó la vida por España y sus libertades, o a las víctimas de ETA que fueron increpadas ayer en la manifestación (por ejemplo por el apodado Carnicero de Mondragón, secuestrador y asesino múltiple para el que el amigo Ander no encuentra la menor crítica).

Lacerante también el silencio de los supuestos «patriotas» del PSOE (Susana Díaz, Page, Vara, Lambán). Apena su cobardía, que no se atrevan a defender a su país por temor a que Sánchez les ponga la cruz. ¿Sigue siendo el PSOE un partido fiable en la defensa de la unidad de España? Cada día menos.

Luis Ventoso ( ABC )