Hoy, por fin, votan los madrileños. Alea jacta est!. La suerte está echada… y hoy es el último día de este Medio Folio que he venido escribiendo sin interrupción desde el 22 de marzo,  43 días sin perder comba y leyendo, escuchando o viendo todo lo que circulaba por el ambiente.

Por tanto, es la hora de hacer balance y de concretar mi último argumento electoral.   

¿A quién votaría yo después de estos 43 días de campaña?.          

(Naturalmente, no tengo que aclarar que en mis cálculos sólo entran el PP y VOX, dado que los «rojos» no son de mi pueblo ni de mi barrio ni de mi calle).           

Pero, antes de responderme tengo que responder a la afirmación que hice el primer día de campaña. Dije entonces que las elecciones del 4-M iban a ser, simplemente,  un Plebiscito sobre las dos Españas posibles: la España social-comunista del «Frente Popular Rojo» el paro y la miseria y la España del «Frente español» de la libertad, el progreso y la convivencia… y creo que la cosa ha quedado clara, como se podría comprobar también si mañana hubiese elecciones generales y urnas en toda España:  los madrileños no quieren comunismo y están hasta el gorro de los Sánchez, los Iglesias y demás ralea… ¡y España también!.               

Y dicho esto respondo a la primera pregunta.

Tengo claro que si Doña Isabel Díaz Ayuso no tuviera detrás al cobardica Casado y al fullero compra-votos de Murcia, la votaría… (aunque si pudiera las votaría a las dos, porque Doña Rocío Monasterio no desmerece a Doña Isabel y por eso pienso que ambas juntas en un Gobierno sería lo mejor para Madrid)…pero, entre el Casado cobardica y el Santiago Abascal anti-ETA demostrado, entre el PP y VOX,  no dudaría y mi voto  sería para  Don Santiago.

Pero, el problema está en que votar a la Ayuso es votar al Casadito y a eso me niego… por tanto,  sólo me queda un voto posible: el de Doña Rocío Monasterio.             

Y ahora las razones de esa decisión.             

Señores, como vengo diciendo desde hace años, aquí y ahora, lo que está en juego es la existencia de la propia España como Nación, porque lo demás que puede figurar en los programas («programa, programa, programa»), es cambiante, ya que eso depende de las circunstancias del momento (no es lo mismo gobernar en época de bonanza y tiempos pacíficos, que en medio de una Pandemia atroz y una crisis económica).          

Lo importante,  lo trascendente, es : España, la Nación.       

¿Y quiénes pueden defender mejor la existencia de España?               

¿Los socialistas-comunistas que defienden una Nación de Naciones o una Unión de Repúblicas Independientes…y que, de momento, están dispuestos a conceder la Autodeterminación a Cataluña, el País Vasco y Galicia? o ¿el PP? ¿Está asegurado que un PP dirigido por el cobardica Casado (¡cuánto me recuerda este hombre al pobre Boabdil que perdió Granada) incapaz de hacer frente a las Izquierdas y que ya ha aceptado la cultura y las políticas marxistas, pueda defender a España como se merece?.          

Sin discusión:  ¡¡ NO !!  y  ¡¡NO !!           

 Ni comunistas ni cobardes.         

¿Entonces? Pues, mientras el cobarde Casado siga al frente del PP sólo queda una solución: VOX, Abascal y Doña Rocío Monasterio.  ALEA JACTA EST!!. España.

Julio Merino ( El Correo de España )