
El odio de la Sinagoga de la Sinagoga de Satanás contra Franco ha conseguido que en España, los “hijos de ese padre” nos lo recuerden cada día, en todos los medios escritos, hablados o visionados -como dicen ahora-.Lo necesitan como el respirar.
Por el contrario, quienes, “mamaron a gusto y en abundancia de las ubres del Franquismo”, asimilaron rápidamente “¡el cambio!” y olvidaron pronto su “fe en el Caudillo”. Por ellos, su nombre se habría olvidado. Pero los “antifranquistas” son más agradecidos y tienen mejor memoria. Y siguen añorando el “con Franco se vivía mejor”.
Es importante empezar con esta aclaración y recalcar el agradecimiento debido a los rojos por mantener vivo su recuerdo. Aunque obligue,- a quienes amamos la verdad y la Historia- a esforzarnos en informar a las nuevas generaciones y evitarles ser engañadas aún más. “Enseñar al que no sabe” es una de las mejores obras de misericordia… y obligatoria, si deseamos ser leales a España.
Máxime cuando la mentira se hace pasar por verdad indiscutible y arrastra consecuencias pésimas para la vida de los españoles. Llevamos cuarenta y siete años comprobándolo y ocho irresistibles.
Hemos de impedir que las nuevas generaciones se traguen como si fueran “palomitas de maíz”, las ruedas de molino circulantes, generadas por los políticos y los educadores sumisos a los dictados de los enemigos de España.
A tal fin empecemos por limpiar los conceptos y los nombres de la costra añadida por la manipulación de los lacayos de la Sinagoga satánica. Cruzarnos de brazos sería como dejar correr la moneda falsa, sin oponerse a que los falsificadores vivan del robo descarado al Pueblo.
FRANCO: EL HOMBRE, EL MILITAR, EL ESTADISTA.
No voy a escribir ninguna biografía del Caudillo, ni un libro de Historia. La serie de artículos que iré escribiendo poco a poco, sobre “FRANQUISMO Y DEMOCRACIA” serán simples puntualizaciones, para “limpiar de ‘costras añadidas’ a los nombres y a los conceptos” que, con inteligencia y maldad luciferinas, les han incrustado los servidores de la bimilenaria organización sionista en todo lo relacionado con su figura y su obra.
¿Será posible?… Al menos lo intentaré. Toda buena semilla algún día da sus frutos, soy un convencido. y es lo que Dios pide a los hombres:¡que sembremos con esfuerzo! Él, no tiene prisas y a nosotros nos corresponde fiarnos totalmente de quien “sabe mucho más” que todos cuantos luchamos para que la Verdad se abra camino.
El primer paso es de pura lógica: limpiar la figura de Caudillo de toda la basura arrojada por sus puercos enemigos…
Franco fue un español normal del Ferrol, de familia de marinos, e indudable vocación militar a quien, tras el “Desastre del 98” y con nuestra Marina aniquilada, debía resignarse a ingresar en la Academia Militar de Toledo, en la austera y seca, Castilla, -tan distinta de la Galicia verde y húmeda- ,
Con catorce años, al cruzar la Meseta, se da cuenta, ya, de que resolver el problema del agua será vital para su Patria y debió pensar en posibles soluciones (con pantanos, con repoblación forestal,…) De inteligencia pragmática, su gran cualidad fue entender los problemas y hallarle soluciones.
Cuando a la Legión le faltaban provisiones, la hizo “cultivadora de la tierra” para comer mejor… Ese adolescente del “noroeste de España”, no imponía “por su estatura” ni por su vozarrón – era “Franquito” y el “comandantín”-, pero acabó de “Generalísimo”, temido y venerado por los moros.
Era diferente del resto de los cadetes. Tenía las ideas claras y la voluntad muy bien templada. No se guiaba por los instintos, usaba el cerebro y el corazón. Ese modo de ser, cuando se llega a la edad adulta y a los puestos de responsabilidad, causa pavor entre quienes ostentan poder, siendo seres “vulgares”, y da origen a las actitudes más miserables en quienes viven esclavos de los instintos y de su egoísmo.
Une a los ramplones contra los distintos y no tienen problemas en inventar justificaciones para su envidiar y menosprecio. No se puede olvidar esa realidad a la hora entender a los hombres como el Caudillo.
En vez de juergas, Franco, elige invertir su tiempo en formación, y ajustándose a las normas recibidas de la educación vía materna. Frecuenta la adoración nocturna y evita las salas de fiesta. Está empeñado en ser militar y su preparación la empieza a los catorce años.
A los diecisiete, con su título de alférez, inicia oficialmente su carrera militar, ¡brillantísima! Con 21, ya es teniente, con 22. Capitán, con 25, comandante, con 30, teniente coronel, con 32, coronel y con 33, General de brigada. Todos sus ascensos – o casi- lo son por méritos de guerra en África. A la inteligencia táctica y teórica, une el valor probado.
Y el mariscal Petain, pronunció aquella frase definitiva:
«Este hombre ha nacido general. Franco, es la espada más limpia de Europa».
Alcanzado el generalato, cambia de continente regresando a la Península para iniciar la carrera de los sillones de las oficinas. Director de la Academia militar, etc.
Abdica Alfonso XIII y se implanta la República del Crimen, pero él, ante todo, es miliar disciplinado y acata los cambios.
Luego, debe liquidar la Revolución del 34 –llamada de Asturias- y vive finalmente el lustro decisivo; mientras, avisa a los políticos gobernantes de que se equivocan, y lo “destierran” a Canarias. Sigue avisando y tratando de evitar lo inevitable hasta que decide sumarse a la rebelión contra los hijos de Satanás, cuando el PSOE asesina a Calvo Sotelo y no ve más salida que hacer caso a Mola.
¿Tienen sus enemigos razón, cuando lo tildan de conspirador e “ilegal”? ¿Qué tiene que ver lo referido con la imagen falsa de Franco, impuesta a los españoles por los cabrones creadores de “opinión pública”: los dueños de medios de comunicación, los periodistas, los profesores, universitarios, los profesionales con cultura y, los empresarios?
Seguiremos informando sobre el verdadero Franco y seguiremos repitiendo la pregunta; ¿De dónde han sacado esa imagen retorcida que han impuesto?
Gil de la Pisa ( El Correo de España )