
INEPTOS, SEDICIOSOS E IRREVERENTES
Este equipo de gobierno sociopodemita formado por una serie de sujetos, cuyos merecimientos para ocupar tales cargos, no son ni por asomo los más adecuados dadas la carencias políticas y culturales, se han convertido en los mayores enemigos de la Monarquía.
Una vez perdido el respeto SM el rey y a la ciudadanía, la calificación que merecen es impropia de quienes representan la –soberanía ejecutiva- del pueblo español que no la Jefatura del Estado. Pedro Sánchez y su amigo Pablo Iglesias (-dos sujetos antagónicos aliados para consumar este atentado-), han roto con este acuerdo de gobierno –indecente-, la virtud y la decencia, trayendo consigo a España unas patologías cuyos síntomas son: la ineptitud, la sedición y la irreverencia, cuyo comportamiento afín con los separatistas, pro etarras, republicanos y gente de mal vivir, nos va generar muchos quebraderos de cabeza, y posiblemente una nueva –guerra civil-, algo que la mayoría de los españoles no deseamos.
La –huida- surgida por la perdida de la contienda por el bando republicano, donde muchos huyeron por temor a ser sancionados por los innumerables –delitos- que cometieron, entre estos una gran cantidad de asesinatos de lesa humanidad, donde el –odio- se impuso al raciocinio, hizo que se –matara- de forma indiscriminada a mujeres, hombres, niños, sacerdotes, monjas, se incendiaran iglesias y conventos, violándose así las leyes vigentes, algo que se ha obviado en la Ley de la Memoria Histórica, auspiciada por Rodríguez Zapatero, y que este gobierno trata de emular, convirtiendo las calles de muchas ciudades españolas en verdaderas –batallas campales-, donde predomina la inseguridad, multiplicándose toda clase de delitos, propios del desorden que impera y que lamentablemente no son atajados con la contundencia debida, donde ya hay más de un delincuente huido.
El acto de toma de posesión de quienes van formar el gobierno de España, fue una verdadera caricatura de lo que debe ser un acto de estas características, donde la propia villanía de los ministrables rompieron de una forma inmoral con este tipo de acontecimientos propio de un Estado de Derecho regido por una monarquía parlamentaria, convirtiéndolo en una payasada irreverente propia de un país verbenero donde la desidia, y la ruindad se han convertido en el verdadero símbolo de estos que tratan maliciosamente de romper la unidad y la grandeza de España.
Entre tanto ignaro existe alguna excepción, y en este gobierno, la figura del doctor en Sociología, Manuel Castell Olivan un destacado intelectual, nombrado ministro de Universidades, es el único que sobresale entre tantos inadecuados personajes que optan a ocupar una cartera ministerial.
En nuestro país han nacido grandes hombres, que se convirtieron en insignes presidentes de gobierno, ministros, directores generales, gobernadores civiles, etcétera, nada que ver con estos de –nuevo cuño-, que han pasado a la historia por su sabiduría y honradez, todos rayaron a gran altura, algo que venía sucediendo con relativa asiduidad, hasta que surgió el gobierno de Zapatero, que rompió todos los moldes, nombrando ministros a una caterva de analfabetos que llevaron a España a la ruina política, social, cultural y económica.
Ahora estos –badulaques- liderados por Pedro Sánchez muy similares a los citados, con cuatro vicepresidentes y abundantes ministros quieren romper la ilustre –hegemonía- de la España que nos legaron los Reyes Católicos, donde la mafia imperante tiene más protagonismo que los grandes prebostes que nos dan sombra a nivel internacional, políticos, médicos, catedráticos, ingenieros, escritores, cuyos méritos son reconocidos en todo el mundo.
La Unión Europea, tan diligente para armonizar el hermanamiento de todos los estados que la integran, no ha tenido la honestidad de declarar –improcedente-, la perjudicial unión de todos estos partidos que se han constituidos para formar un gobierno en España que rechaza la mayoría de los ciudadanos que habitamos por estos lares, asesinos, defensores de tiro en la cabeza, republicamos, y todos estos corpúsculos de partidillos donde la vulgaridad impera ya que carecen de un ideología propia y veraz.
Es anacrónico que una enorme cantidad de analfabetos sienten sus –posaderas- en esos sillones que ocuparon verdaderos hombres de estado, y que el mismo les sirve exclusivamente para echarse una –dormidita- como vemos en los plenos que se emiten por televisión, ya que de lo que se habla en el hemiciclo no les interesa en absoluto, dado su total desconocimiento al respecto.
El desarrollo del juramento, y la toma de posesión de este gobierno de ineptos, solo se salvo, adquiriendo cierta notoriedad por la presencia de SM el rey Felipe VI, Jefe del Estado y Jefe Supremo de los Ejércitos, y la del Presidente del Consejo del Poder Judicial, en el caso contrario evento hubiese causado una enorme –indignación donde la ridiculez y el deshonor hubiese sido el marchamo del mismo-.
El irrespetuoso comportamiento de los inadecuados aspirantes hacia SM, fue la tónica de tan deslucido acto, ignorando como viene siendo la actitud de estos sujetos los protocolos que rigen a la monarquía española, donde el respeto a SM es unas de las premisas fundamentales que deben ser tenidas siempre en cuenta, pero estos sujetos haciendo gala de su fobia hacía la Monarquía, algo que vienen manifestando insistentemente, ignoraron la presencia de SM, algo que avergonzó a millones de españoles, que vemos en este gobierno un rechazó frontal hacia nuestros inalienables derechos fundamentales, dada su forma de gobernar donde la –lógica- brilla por su ausencia.
Juan Dávila-García ( El Correo de Madrid )
viñeta de Linda Galmor