LA INERCIA NO NOS SIRVE

La economía española registró en 2016 un crecimiento mucho mayor del que prácticamente nadie esperaba a comienzos de ese ejercicio –un 3,2% del PIB– y el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) mejora sus previsiones para nuestro largo plazo: durante las postrimerías de esta segunda década del siglo XXI, nos expandiremos a un ritmo anual de al menos el 2%.

Los augurios parecen moderadamente positivos, sobre todo a tenor de nuestra reciente evolución. Sin embargo, y como solemos repetir en estos casos, no deberíamos caer en la autocomplacencia. Los mismos pronósticos del FMI contienen, de hecho, una lectura agridulce: según el Fondo, la creación de empleo se desacelerará de un modo muy intenso a partir de este año.

Juan Ramón Rallo ( La Razón )