LA PERVERSA AVA GARDNER

Siempre Lorenzo Gomis: la política presente se hace con hechos pasados. «Pero aun así da que hablar, cumple el objetivo de la prensa». Reaparece Cospedal por vía de su marido y de Villarejo. La grabaciones de Villarejo son el camarote de los hermanos Marx. O esas 20 personas metiéndose en un 600 amarillo en el programa «¿Qué apostamos?».

Y, siguiendo con los hechos pasados, ahí sigue Franco planeando sobre nuestras cabezas, como la madre de Woody Allen en «Historias de Nueva York». Carmen Calvo se ha tenido que ir al Vaticano porque el remedio de La Almudena puede ser peor que la enfermedad imaginaria del Valle de los Caídos. El ridículo para el Gobierno del PSOE si Franco fuera enterrado en el centro de Madrid sería difícilmente superable.

Un desarrollo de Armando Iannucci en «The tick of it» y un final de Rod Serling pero en chusco, en mucho español. Como cuando en «Galería nocturna» Joan Crawford, ciega y millonaria, consigue que un infeliz aceda a donarle sus ojos por 9.000 dólares. Un médico le hace la operación ilegal, aunque la visión durará sólo unas once horas. Tras la cirugía, se quita las vendas y ve por unos segundos hasta que todo se vuelve oscuro otra vez. Hay un apagón en Nueva York.

A Sánchez se le revolvería el legado con este apagón. El Vaticano no puede hacer nada directamente para impedir lo de La Almudena, pero podría mediar con la familia a través de la Conferencia Episcopal. Yo soy de la familia y exijo que como poco venga a verme el Papa al Pazo de Meirás. Esther Peña, portavoz del comité de acción electoral del PSOE (aquí habla todo el mundo), dice que «no puede ser que un dictador siga reinando sobre sus víctimas toda la eternidad». Qué peliculeros. Pues ya se podían acordar de «No profanar el sueño de los muertos», que Cristina Galbó estaba muy guapa.

Tengo muchas ganas y mucho miedo del estreno la semana que viene de «Arde Madrid», lo del talentoso Paco León sobre Ava Gardner y la servidumbre. Y la Falange, que no falte. Cuando se proyectó en San Sebastián leí reseñas sobre las juergas en una ciudad triste y miserable, un Madrid arruinado por la dictadura franquista, aquellos años de plomo… O sea, que Ava Gardner y sus amigos se lo pasaban bomba mientras España sufría, sufría y sufría

. Entonces Ava Gardner era una hija de p… Eduardo Punset pidió la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, se fotografió votando, criticó a Rajoy como representante de «un Estado viejo, antiguo, autoritario» y dijo que la España actual le recuerda a la de los años 50.

Pues no estaría tan mal la España de los 50. Hay una creencia falsa (más bien demencia) que se ha generalizado sobre el pasado. Sobre la vida cotidiana de gente que trabajaba y se divertía. No sólo los ricos. Claro que la España de Franco no era política o económicamente EE.UU., Gran Bretaña o Francia pero, demonios, que algunos pretenden que vivíamos en alguna marca blanca de Auschwitz.

No es lo que me ha contado mi madre. Y, como diría aquella empresaria murciana, hace dos generaciones estábamos todas en el bancal, que no hablo de gente privilegiada. Con la muerte de Carmen Alborch, una de las primeras cosas que leí es que Alborch arrojó luz en la sórdida Valencia que surgía de la dictadura.

Rosa Belmonte ( ABC )