Solo adjetivo, sin acento, o sólo adverbio, con él. El escritor y Académico, Arturo Pérez Reverte, responde a un tuit de la Real Academia Española (RAE) sosteniendo que no está de acuerdo con los criterios de acentuación de la palabra ‘solo’.

El académico de la lengua  irrumpe contra la propia Real Academia Española (RAE) en un tuit que hacía referencia al uso de la tilde en ‘solo’ como adverbio, calificando su uso como recomendado para completar «eficacia y claridad». Añade además que «una cosa es la teoría, y otra darle a la tecla cada día».

El uso de dicha tilde desapareció en el año 2010 con la última revisión de las reglas ortográficas propuestas por la Real Academia Española, institución en la que Arturo Pérez-Reverte ocupa la letra T mayúscula. La regla, que distinguía el uso de solo como adjetivo y ‘sólo’ como adverbio, fue calificada como «un error«, al igual que la que diferenciaba los pronombres demostrativos, eliminada en el mismo año.

Si empezamos así la RAE terminará por cargarse la lengua que debe cuidar. Revolución es sinónimo de destrucción. Sabe Dios si no habrá entrado también la fiebre revolucionaria en la institución más señera y conservadora. No se entiende que Arturo Pérez Reverte, haya tardado tanto en reaccionar para contradecir lo ya establecido.

De todas formas a la RAE le influye la situación convulsa de una sociedad desquiciada que no sabe dónde ir. Y mal viento le aguarda aquel que no sabe a qué puerto se dirige. En esta revuelta tempestad que nadie espere aparecer en la isla dorada. Lo cierto es que el presente es un tiempo difícil y complicado para todos, y en la Academia no va a ser menos; el tirarnos los trastes unos a otros, por el gusto de hacerlo, no consigue más que empeorar las cosas. Eso es la maldad y sobra a raudales.

El lenguaje es el ser más sensible y ha de reflejar el habla de la calle cuando ésta fija un término, conocido por todos. La escritura ya es otra cosa. La institución tiene que ser lenta de por fuerza, para cuidar siempre por el uso del lenguaje que es nuestra lengua española de Cervantes, y mayor herramienta para poder comunicarnos y vivir. Vivir en paz, también, ya es otra cosa. Difícilmente va a ser así despreciándola y prohibiéndola dentro de nuestras fronteras. Pero esto, ya es harina de otro costal.

La RAE se fundó en 1713 como una iniciativa por parte de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, quien además acuño el lema de «limpia, fija y da esplendor». En total hay 46 sillas académicas, aunque no siempre todas tienen que estar ocupadas. Cada una corresponde a una letra. La mayoría de los académicos de la RAE son hombres, aunque cada vez hay más mujeres. La primera mujer en ocupar un sitio fue Carmen Conde, en 1978, quien se sentó en la letra K.

Los académicos son elegidos por el resto de los integrantes en una votación secreta donde hace falta la mayoría simple de todos los presentes en el momento del acto. Aunque ocupar una letra en la RAE es un sueño para muchos, algunos autores elegidos, como José Zorrilla, pueden rehusar el cargo. Finalmente fue reelegido y terminó tomando posesión de la letra L.

La Real Academia Española (RAE) ha presentado las últimas incorporaciones de su diccionarioincluyendo términos ya asentados en el lenguaje popular como es el caso de «meme» «selfi«, entre otros. Cabe destacar que esta última versión plantea más de 2.400 modificaciones con respecto al último año y está disponible de manera online y completamente gratuita para todos los usuarios de la red y también para aquellos que prefieran descargarla en teléfonos móviles iOS y Android.

La Real Academia de la Lengua Española no reconoce el lenguaje inclusivo. No es la primera vez que la RAE rechaza el reconocimiento del «lenguaje inclusivo»; para la Academia «el masculino gramatical funciona en nuestra lengua (español), como en otras, como término inclusivo para aludir a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecíficos».

«El problema es confundir la gramática con el machismo», afirmó Darío Villanueva, director de la RAE, ante la solicitud que le realizara el gobierno español para la modificación del texto constitucional, un cambio que había sido solicitado por la vicepresidenta española con el objetivo de «reflejar una mayor paridad de género».

La noticia fue conocida durante la presentación, en conjunto con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) del texto «Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica».

De acuerdo a lo que aparece en el primer capítulo del manual publicado, ambas instituciones expresaron su rechazo al lenguaje inclusivo.

El manual, en cuestión ha sido presentado como una guía que «pretende servir para una mejor manera de escribir y hablar».

En el primer capítulo del manual se afirma que se considera innecesario la inclusión del doble género, aludiendo con ello a «todos y todas», así como el uso de lo que se denomina «lenguaje inclusivo» que utiliza «x», «@» o «e» en lugar del plural, es decir, «todxs», «tod@s» o «todes».

Las barbaridades de la izquierda con el uso del lenguaje, son claramente identificables, porque la izquierda no quiere más que dar la nota y después, destruir todo lo que pueda. Nada más que abre la boca un individuo de esta especie, tras subir el precio del pan, ya te muestra su superioridad, o su «superioridad moral», diciéndote, subliminalmente que te perdona la vida si le haces caso en todo.

Como siempre el orgullo es el origen de todo pecado, al igual que toda corrupción empieza por el lenguaje.

Fígaro ( El Correo de España )