
Después de todo lo que nos ha pasado, después del espectáculo de una incompetencia gubernamental cifrable en decenas de miles de muertos y en una masacre general de ancianos.
Después de asistir, una y otra vez, a exhibiciones mentirosas -y encima chistosas- de un tal Simón, autotitulado «doctor», que expendía, como moneda de curso legal, la estafa de sus jefes.
Después de escuchar el «disfrutad» de un presidente que intensificaba una segunda ola que todos los virólogos sabían segura.
Después de la ocultación hasta hoy del número real de muertes.
Después de que los televisores perseveraran en la fiesta y la sonrisa; después de tanta burla, ¿ qué reacción de cólera hemos visto en las víctimas masivas del Estado ?
Ninguna.
Gabriel Albiac ( ABC )