
LAS PREOCUPACIONES DEL SEÑOR ROPER
Suben las temperaturas hasta parámetros aún bajos para julio, pero nos hemos comido un tercio del mes caluroso por excelencia con el termómetro anclado en torno a los veinticinco grados, con mínimas otoñales y con lluvias que han limpiado la pesada atmósfera estival.
Silenciados pues nuestros ecologistas de guardia, que alertan contra el calentamiento global… cuando hace calor y se indignan con otra sandez en cuanto sopla el poniente. (Roló a levante el viento el domingo por la noche en el Estrecho, puedo dar fe.) Nada dicen, por ejemplo, los aguerridos animalistas contra los encierros pamplonicas, no vayan a cabrear a los abertzales y con esa gente, poca broma.
Lucas Haurie ( La Razón )