
LIBERTICIDAS
Todavía no ha empezado a tomar medidas, y las señales que lanza el futuro gobierno social-comunista ya asustan. La ministra Celaá, de apariencia frágil y corazón de piedra, se descolgó ayer diciendo que la libertad de los padres para escoger el colegio y la educación de sus hijos no está recogida en la Constitución.
Está decidida a arrasar un derecho elemental en un país libre y avanzado como España. En ese amago de ingeniería social, la ministra de Sánchez, ya que socialista no parece que sea, deja entrever que será el Estado el que tutele el adoctrinamiento de las futuras generaciones.
Así arrancan todos los totalitarismos. Primero la educación, más tarde el control de los medios de comunicación y, después, ya veremos qué otros ámbitos ganados al progreso nos irán arrebatando.
Conviene denunciar todas estas tentaciones desde el principio para que el contrapeso que la sociedad civil representa actúe contra estos invasores de nuestros espacios de convivencia y democracia.
No se engañen: lo que está en peligro es la libertad. Y la libertad, como escribió Grocio, es indivisible.
El Astrolabio ( ABC )