
Nadie de los que en las tertulias de los medios del Régimen que llaman antifascistas a los asesinos de ETA y provocadoras a sus VÍCTIMAS, ofrecen una visión de conjunto sobre aquello de lo que hablan, que se suele circunscribir a repetir los titulares que benefician al poder y poco más.
Casi siempre son visiones parciales, tendenciosas y pocos tertulianos se prestan a contar la jugada completa. Muy pocos relacionan entre si los atropellos y tropelías constantes del gobierno, de cuando el presidente psicópata y narcisista se cisca en la Constitución Española, en la bandera nacional, cuando se llevan a efecto leyes liberticidas, sean del llamado género -en mis tiempos solamente había el género gramatical y el de las tiendas de ultramarinos y las de las telas, y sobraban-, sean las de destrucción de la educación, las homicidas de aborto y eutanasia, las vengativas de contra-memoria de los crímenes de los perdedores de la fratricida guerra civil.
Como cuando este gobierno se fija y aplica sólo aquello que dice Bruselas que nos perjudica, cuando no hace nada para resolver uno de los más importantes problemas que vamos a dejar a las generaciones que vienen detrás, que no es otro que el de la despoblación por falta de nacimientos de madres españolas.
Cuando el criminal presidente y sus lacayos permiten y fomentan la inmigración ilegal, a la que los burócratas de esa falsaria UE hacen la vista gorda y que antes de media docena de generaciones el islamismo barrerá todo vestigio de nuestras raíces: la filosofía y el arte griego, el idioma y el derecho romano y los valores de libertad, igualdad y compasión -caritas- del cristianismo.
Como cuando Bruselas va en pos de acabar con los estados-nación en base a una ingeniería social de igualitarismo, pensamiento único y sostén de un tinglado económico basado en el endeudamiento de los países y la manivela de inventar dinero, para que este tinglado se venga abajo y todos seamos los que no tengamos nada (sic en ese programa 2030) y sólo los harapos y la escudilla para el sopicaldo diario de su beneficencia. Este psicópata que nos desgobierna, ya ha anunciado que va recorrerse España, con el mensaje de que tenemos que gastar menos en viajes, ropa y carne.
Prácticamente, ya no tenemos industria, nuestros mejores cerebros emigran a otros países, mientras aquí nos quedamos con los «ni-nis» e importamos -nos importan- jóvenes sin oficio ni beneficio a los que dicen proteger para darles una paguita que ya quisieran muchos nacionales para sí y convertirlos en delincuentes, robando, trapicheando y violando niñas y no tan niñas.
Lo que hoy se llama pandemia, estaba ya diseñado y previsto de mucho antes. En libros, películas y en organizaciones dedicadas a promover «la nueva edad», «la nueva normalidad». Una pieza clave para diezmar la población, aterrorizarla y convertirla en delatora de si misma.
Ya, ni siquiera, se molestan en disimular sus intenciones criminales y las dicen abiertamente en foros como el Fondo Económico Mundial, de Davos, en las declaraciones del maltusiano Bill Gates, e incluso se le han escapado a su mamporrero Sánchez.
Aquí no pasa nada cuando un presidente de gobierno da un cabezazo de acato a una bandera regional y permite que unos secesionistas declarados retiren la bandera nacional del acto que se está celebrando, que no es otro que la escenificación hortera de una infame negociación.
¿No hay en toda la carrera judicial un fiscal o un juez que llame a este sujeto a capítulo por delito de alta traición?, ¿no se dan cuenta que todo obedece a un plan para meternos, adocenados y a-pesoe-brados como ya estaremos, con vaselina, poco a poco, y por el tiempo que haga falta, la amnistía y un referéndum, disfrazado de lo que sea?
Las tertulias y los tertulianos tienen tema de «la luz» para rato. Es de lo que se habla y que envuelve en la trastienda otras muchas cosas. Y es un tema muy importante, pero el árbol por grande que sea, no puede impedirnos ver el bosque en su conjunto.
La luz va a seguir subiendo porque los grandes fondos financieros, grandes corporaciones de comunicación privados han asaltado los poderes políticos y económicos nacionales. Se trata de destruir las economías desde el omnímodo poder de detentar el manejo de los precios y el alto precio de la energía arrastra, en cascada, al resto de productos, por la sencilla razón de que producir lo que sea, siempre requiere de energía.
Pero estos tertulianos poco o nada dicen de las inconsistencias y contradicciones de una ministra talibán, sacerdotisa de la nueva religión del falso ambientalismo. Había que prohibir los vuelos aéreos competitivos con el ferrocarril por el poder contaminante del queroseno, pero ahora exime al queroseno de cotizar al Fondo de Sostenibilidad Energética, al tiempo que se penalizaran los viajes en tren que realizan de forma habitual millones de consumidores. Los mismos trenes que eran mucho más ecológicos, según la murga constante de los eslóganes del PSOE y Podemos. Pues, ahora se la envainan y aquí no pasa nada.
¿Y quién sí pagará a ese fondo? Pues, si viaja en coche particular sí pagará, incluidos los coches eléctricos, así como las operadoras eléctricas y el tren, e igualmente el transporte de mercancías. Si el transporte de mercancías es en un camión grande, no hay aportación al fondo, pero si el camión es pequeño, sí. Si se transportan mercancías en tren, también se aporta.
Que no se nos olvide que controlando la energía y la tecnología, el precio del dinero y la comunicación para modificar mentes y conciencias, se controla el mundo. El poder ya no está en las naciones, está en manos privadas de media docena de magnates de todo y miles de inmediatos lacayos trabajando para la nueva religión: todo es relativo, desde los habitantes que deben poblar el planeta, hasta lo que deben vestir, comer, hacer, pensar, sin que tengan derecho a ser libres.
No es «conspiranoia» ( palabro no reconocido todavía por la RAE). Invito al lector a que que él mismo forme el puzle de todo lo que nos pasa y verá como todo va encajando hacia el fin de hacer una sociedad de esclavos, con menos personas, animalizados y dóciles. No dejemos que distraigan nuestra atención con lo cotidiano, por grave y malo que sea, para que dejemos de prever todo lo que nos viene encima.
No es sólo el recibo de la luz, es TODO.
José Enrique Villarino Valdivielso ( El Correo de España )