NO PASARÁN

El pasado domingo, el pueblo de Madrid apoyó sin fisuras el refrendo ilegal en Cataluña. Los de Podemos se trasladaron a un teatro dirigido por un mediocre actor de Podemos, y el pueblo de Madrid de doscientas personas se sumó al acto.

Fue clamoroso. «Nunca me he sentido más madrileño» reconoció Tardá visiblemente emocionado. El teatrillo no es grande y muchas butacas mostraban su soledad, su necesidad de culos ocupantes. Las butacas vacías de los teatros reflejan más tristeza que las miradas de las vacas después de ser ordeñadas.

Y el pueblo de Madrid no abarrotó el teatrillo, y eso dice muy poco del pueblo de Madrid. Doscientas personas entre tres millones y medio de habitantes no son muchas.

Alfonso Ussía ( La Razón )

viñeta de Linda Galmor