En febrero de 2019 ya comenzó lo que a estas alturas, qué duda cabe, es una crisis global, quizás camuflada como crisis sanitaria.

Desde China empezaron las noticias de esos extraños contagios venidos por una costumbre, que a fecha de hoy, sigue siendo respetada no sólo en China, sino por aquellos que defienden el globalismo apátrida y la homogeneización de los pueblos sin derecho a la diferencia: el consumo de animales salvajes sin ningún control y con unos métodos culinarios sanguinarios.

Y en Marzo llegó. El primer confinamiento total, cuando se avisaba  (entonces incomprendido y criticado) de que se nos estaba implantando un estado policial encubierto. Un proceso de implantación de lo que llaman “nueva normalidad”, donde se pueden aprobar leyes, normas, decretos e implantar nuevas formas de convivencia de que de otra forma hubiera sido imposible.

Se pueden aprobar leyes, normas, decretos e implantar nuevas formas de convivencia de que de otra forma hubiera sido imposible.

Los resultados desde entonces son cuanto menos cuestionables. Pues con los famosos ERTES, entre otras cosas, está claro que nos han colocado una especie de….PER nacional, desactivando aún más el emprendimiento privado. Convirtiéndonos en dependientes totales del estado.

De ese famoso “escudo social” que en su momento comunicó Pablo Iglesias con esas técnicas izquierdistas y que solo ha venido a empeorar aún más la situación socioeconómica. Pues sin emprendimiento no hay libertad económica.

Pero mi pregunta es…. ¿Qué gurús del señor Sánchez o del señor Iglesias, han redactado esos planes? La evidencia es que el estado soberano, próspero, debe permitir la generación y la elevación de riqueza, del poder adquisitivo de las familias, y no quitarles lo poco que tienen.

Y menos aún, prevaricar para que el pueblo dependa del estado y a los españoles en general a soportar más carga financiera. Bueno, en realidad, más deuda. Porque….señor iglesias….en Venezuela o Cuba si funciona. Pero en Hispania, tierra de lobos y tierra occidental no podrá funcionar nunca.

¿Qué gurús del señor Sánchez o del señor Iglesias, han redactado esos planes?

Pero ahí no queda todo. Hubo que renovar el estado de alerta la primavera pasada y ningún partido político del congreso se negó. El PP se abstuvo dando la viabilidad al gobierno de Sánchez…sabiendo que saldría adelante. Pues igual que acaba de hacer VOX con los fondos europeos! Si es que no falla!

¿Y mientras? Los grupos independentistas sin dar el apoyo al gobierno de Sánchez porque según decían…” perdían autonomía en sus regiones”. Todo un despropósito. Todo un paripé. Todo un circo. Todo un plan, ¿No? Pues desde luego, que si lo pareciera, al analizar la actitud de que grupos, colectivos y partidos antes anti globalistas, especialmente de izquierdas o extrema izquierdas, ahora estén callados aceptando esta “nueva normalidad”.

 ¿No es sorprendente que no haya ningún partido político en el congreso que se haya “plantado” contra las imposiciones? Y no.

No hablo de declaraciones más o menos afortunadas. No. Se trata de plantarse, movilizando a la sociedad española en su conjunto como otras veces se la ha movilizado, para acelerar, provocar y motivar ese cambio que tanto se anhela y…tanto se prometía.

¿No es sorprendente que no haya ningún partido político en el congreso que se haya “plantado” contra las imposiciones?

Es evidente que la gestión que se ha hecho ha sido horrible, desde el punto de vista sanitario……..por lo que se podría afirmar que las medidas implantadas corresponden más a medidas restrictivas de la libertad que a control sanitario.

Porque es evidente que se podrían haber tomado otras medidas sino fuéramos un país acomplejado. Con gobiernos que tienen miedo, por la derecha y por la izquierda de tomar medidas soberanas y no quieren que se les llame anti – progresistas:

  • Una mesa urgente de crisis nacional informando de las medidas
  • Cierre de las fronteras.
  • Activación inmediata de la UME y la NBQ, ya que en tiempos de paz deben estar al servicio de los ciudadanos
  • Creación de zonas de confinamiento hasta tener controlado el virus separando los sanos de los contagios
  • Y crear espacios públicos de gestión públicos. Y si fuera necesario, luego privados.

Nada de esto se ha hecho bien. Y mucho menos se hizo en su momento. En el momento urgente en que hay que hacerlo. El resultado es un país anárquico.

Invadido por inmigrantes africanos que se sostienen con dinero público de los impuestos de los españoles mientras a miles de familias se les niega tan siquiera, una ayuda escolar. Con el repunte de desempleo mayor en 11 años y cerca del 17% de paro en España.

Algún día se hará justicia y se valorará con números, empíricamente, el impacto de esta pandemia en las restricciones y nuestros modos y formas de vida, especialmente en las generaciones jóvenes. Y entonces se podrá decir abiertamente que nos sometieron a un plandemia.

Ignacio Vega ( El Correo de España )