
PEDRO, POR FAVOR, DIMITE
–¿Quién me hunde (y no me arredro)?
–¡Pedro!
–¿Cómo suplico al doctor?
–¡Por favor!
–¿Y qué es normal que le grite?
–¡Dimite!
Hasta que me desgañite,
a este tipejo nefando
le voy a seguir gritando:
¡Pedro, por favor, dimite!
Fray Josepho ( Libertad Digital )