¿ ES PEOR FACEBOOK QUE FERRERAS ?

Se están dando los medios un festín con el asunto de que una empresa usase Facebook para influir en que los americanos -en realidad en un grupo muy reducido pero determinante de americanos- votasen por Trump en las últimas elecciones.

Aún recuerdo cuando la «brillante campaña en redes sociales» era una de las claves del gran éxito de Obama y como bien dice Daniel Rodríguez Herreratodos andaban extasiados por lo listos que eran el demócrata y su equipo y lo bueno que era que cambiase la democracia.

Se podría escribir mucho sobre esa diferencia de trato cuando unos hacen una cosa y cuando la hacen otros, pero de eso ya ha escrito Daniel -lean el artículo enlazado arriba- y aquí hay otro aspecto que a mí me hace tanta o más gracia: el gigantesco escándalo de los medios de comunicación… por haber perdido el monopolio de la manipulación en campaña.

Porque sinceramente, no creo que Facebook ni Cambridge Analytica estén en condiciones de enseñarle a Ferreras a manipular, no me parece que puedan explicarle nada sobre fake news al creador de las tres capas de calzoncillos y, miren que cosas, también dudo que puedan dar lecciones sobre el tema al periódico que estaba en vilo por la respuesta de Bush o que saco en portada al fake Chavez.

Sí, todos estamos muy preocupados por las manipulaciones de Facebook, mientras en TV3 y toda su corporación se sigue llamando a la rebelión y repartiendo odio antiespañol programa sí y programa también; miren qué sorpresa que el gran problema para la democracia son las redes sociales y no las toneladas de dinero público con las que la Generalidad -y también otras administraciones, aunque sea menos- compran la fidelidad de periódicos, radios y televisiones; ahora resulta que es mucho más peligroso a la hora de forma opinión Twitter que el compadreo y los favores de toda la vida entre políticos y periodistas.

Recientemente hemos podido asistir en España a dos casos enormes de manipulación y asquerosidad informativa: la huelga del 8M y el crimen del niño Gabriel, en ambos el periodismo español ha dejado bien claro su ausencia de ética y su voluntad de imponer un programa de extrema izquierda. ¿Y saben qué? Pues que ni en uno ni en otro Facebook ha tenido nada que ver.

Y otro día ya hablaremos de los defectos de Facebook, que también los tiene.

Carmelo Jordá( Libertad Digital )