
PODER, VENENO DE DÉSPOTAS
Hemos entrado en el ciclo del absurdo: lo contrario y opuesto a la razón, lo disparatado.
Los que aspiran a cuartear el Estado se necesitan para formar un Gobierno, que queda «en manos del cabecilla del golpe».
Los partidos separatistas, y los que no lo son, se odian entre sí.
No era verdad eso de que el odio hace a la gente más inteligente.
El partido que aspira a la investidura se somete a tales menosprecios que protestan sus barones.
El Mundo
viñeta de Linda Galmor