
Por un barranco, dice Iván Redondo,
se tiraría por su presidente.
Por un barranco. Jo. Qué consecuente.
Aplaudo dicho gesto. No me escondo.
Que un asesor tan cursi y tan sabiondo
se muestre involucrado y nos lo cuente
lo juzgo muy loable, ciertamente.
O tal vez este Iván es un cachondo.
En fin, en todo caso –seré franco–,
el que se tire Iván por un barranco
por Sánchez… no me da satisfacción.
Fray Josepho ( Libertad Digital )