
Si solo fuera por memos, adictos a la ignorancia con menoscabo de la inteligencia elemental, catetos sin dignidad, miserables sin intención, si solo fuera por eso habría perdón pese a la repugnancia que provocan. Pero hay más: son redomados inútiles y también malparidos.
Son malnacidos por canallas, escoria de los parias del averno, grupúsculos hipócritas de condición malévola, avezados abortos de la historia en reciclaje, ahora auspiciados por Satanás sobre la tierra que los dirige mancomunados para sembrar la discordia, demonizando el Bien del orbe para imponer la dictadura de lo maligno engañando a los incautos aborregados.
Despreciables bichos del infierno devenidos con apariencia humana, la siniestra galopante adueñándose sin freno de una humanidad desavisada, pasto de estas bestias sin entrañas que además de gilipollas son malvados. Así se pudran con azufre cuando regresen al hondo vertedero del que provienen.
Malditos hijos de Satanás, progros, progras, progres, no sabéis lo que os espera acumulando la ventajista cizaña. Pobres diablos de eterno destino de terror.
Al tiempo, que todo expira solo en apariencia. La recogida de vuestras siembras se acompañará del pavoroso grito por las maléficas complacencias terrenas de las que os servís con la conciencia ausente.
Confiaos.
Ignacio Fernández Candela ( El Correo de España )