
RESPONSABILIDAD PERSONAL
La ecuación entre serenidad y responsabilidad es la más compleja de resolver en el actual estadio del coronavirus. La sociedad es consciente de que se encuentra ante un peligro sanitario con todas las evidencias que cabe esperar de una situación de este tipo.
Por eso es preciso insistir en la calma y en la entereza.
No hay que tener miedo, pero al mismo tiempo tampoco podemos dejar de actuar ante un fenómeno que tal vez conlleve más de epidemia mediática que de plaga mortal.
Difícil mantener el equilibrio. De nuevo es fundamental la responsabilidad individual de cada uno de nosotros. De nuevo se impone preguntarse «qué puedes hacer tú por el conjunto de la sociedad…».
Cumplir con nuestras obligaciones de buena ciudadanía puede ayudar a vencer un azote que, de momento, perjudica más a la economía que a la propia salud del cuerpo social.
Nosotros podemos convertirnos en nuestro peor enemigo: si perdemos la tranquilidad, si nos ponemos nerviosos y si nuestras actuaciones no se acompañan de un comportamiento riguroso y exigente con nosotros mismos y con el prójimo.
El Astrolabio ( ABC )