
Valencia siempre fue símbolo de ciudad bonita, floreada, accesible, considerada una de las mejores ciudades del mundo para vivir a principios del 2020.
Ahora mismo es la ciudad del caos, el centro inaccesible, su comercio moribundo por ello y no hay dinero para impulsar una medida para comercios y hostelería pero sí hay dinero para:
-Obra entorno a la Lonja y Mercado Central: 8.000.000 €, ocho millones de euros.
-Obra de la Plaza de la Reina y remodelación del parking: 10.700.000 €, diez millones setecientos mil euros.
-Próxima obra 100% peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento: 8.639.400 €, ocho millones seiscientos treinta y nueve mil cuatrocientos euros.
-Reconvertir la Avenida del Puerto, carril bici: 400.000 €, cuatrocientos mil euros.
-Monolito 15M adjudicado a dedo: 16.317,92€, dos mil novecientos noventa y nueve con cincuenta y seis.
Total despilfarro innecesario: 27.755.717,92€
Y suma y sigue gastando a manos llenas.
Una cantidad suficiente para ayudar a muchas familias que están al borde de la ruina por la pandemia y por la gestión nefasta de este ayuntamiento; en cambio se está destrozando la ciudad dejando las arcas vacías, de ese modo el que venga detrás de él si quiere revertir tal destrozo no podrá hacer frente a sus propuestas porque no habrá fondos suficientes.
Este desastre tardará décadas en poder subsanarse.
Ribó sí deja huella pero, como Atila, dejando desolación.
Sofía España( El Correo de España )