SAQUÉMOSLO DEL TRULLO

Las cárceles son malas, las cárceles son duras.
Por qué querer en ellas meter a las criaturas
(y con lo de criaturas aludo a Puchimón).
Las cárceles cabrean, las cárceles irritan.
En ellas los penados jamás se rehabilitan.
Y puede, si te duchas, caérsete el jabón.

Pobreto, Pelomocho. ¿Por qué no echarle un cable?
Sáquemoslo del trullo, pues es molt honorable.
Dígamosle a la Merkel que no ha de estar ahí.
Digámosle que España lo absuelve y lo perdona,
por su simpatiquísima cabeza de fregona
y su despampanante sonrisa de gilí.

No debe estar recluso, no debe estar cautivo,
pues es muy delicado, pues es muy aprensivo,
pues es muy timorato, carísimo Sanfuá.
A ver, ¿qué conseguimos teniéndolo en la trena?
¿Usted no siente lástima? ¿A usted no le da pena
del pobre líder lánguido del poble catalá?

Dejémoslo estar libre. Que salga de chirona.
Que vuelva a su entrañable provincia de Girona
(¿han visto que ingenioso con las palabras soy?).
Dejemos que retorne por fin a Catalonia.
Y entrando en la frontera, con toda ceremonia,
reverenciosamente, recíbalo Rajoy.

Fray Josepho ( LibertadDigital )