
SORDOS
Cuando no prestas oído al clamor de los ciudadanos, solo logras incomunicarte, aislarte. Con ese empeño en no enterarte, sueles deslizarte en una noche oscura, donde el insomnio dibuja un país de enanos.
Por eso es tan saludable la generosidad de espíritu, justo la que está faltando en estos momentos. Sánchez, en su tradicional resistencia -que los demás interpretamos como contumacia-, no acaba de sentarse para escuchar a los protagonistas de la economía de este país.
Él cree que lo va a arreglar todo con fondos europeos, mientras España se hunde en tasas históricas de paro y fía su supervivencia a las subvenciones, cuando más de veinte millones de personas ya cobran del Estado.
Es la mayor evidencia de lo enferma que está ahora mismo nuestra economía. Los sindicatos viven en el cortísimo plazo y en la ideología.
Los pequeños empresarios arrastran sus angustias sin que nadie les pregunte. No hay eco para su lamento. Como no hay integridad para declarar el luto oficial entre los españoles después de más de 23.000 muertos.
Los que invocan el diálogo lo han esterilizado. Difícilmente puedes hablarle a la ciudadanía si no la escuchas.
El Astrolabio ( ABC )