
Tiene el marido de la directora general de la Guardia Civil la misma suerte que Mónica Oltra, cuentan con la fortuna de no ser de derechas. Si militaran en un partido de derechas les habría pasado un tren por encima, en forma de dimisión política y ostracismo social.
Se habrían quedado en el camino de aquel consejero de Murcia que dimitió por adelantarse en la vacunación, igual que Albiol perdió la Alcaldía de Badalona, Paco Camps la presidencia de la Generalitat y José Manuel Soria el Ministerio de Industria.
Caída en desgracia a las primeras sospechas o intoxicaciones. Pero Oltra sigue ahí, después de una condena de cinco años de cárcel a su entonces esposo por abusos sexuales a una menor mientras el equipo de la vicepresidenta valenciana incurría en graves irregularidades.
Creen que no es para tanto; tampoco que María Gámez fuera delegada andaluza cuando su pareja manejaba turbios negocios entre la Junta y varias empresas subvencionadas, hasta amasar un curioso patrimonio.
Julián Quirós ( ABC )
viñeta de Agustín Muro