
¿ SURF O NO SURF ?
El fin de semana, el médico Fernando Simón Soria, de 56 años, director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, se tomó una jornada de asueto y viajó a hacer surf a la playa de Carrapateira, un apartado y extenso arenal del Alvarge portugués, sito a 823 kilómetros en coche de Madrid (unas siete horas y cuarto de viaje). ABC lo publicó y se ha suscitado un debate en la sociedad española, con dos argumentos confrontados, que son los siguientes:
-El doctor Fernando Simón se merece tomarse su descanso, por supuesto, como cualquier trabajador. Desde finales del mes de febrero ha ejercido como portavoz sanitario español ante la crisis del coronavirus y su dedicación está más allá de toda duda. Ha llegado a ofrecer dos ruedas de prensa al día, con una presencia constante en televisión.
Siguió compareciendo ante los medios incluso cuando él mismo se contagió en marzo. Ha escatimado horas al sueño y a su familia. Su inmenso esfuerzo laboral se tradujo incluso en un evidente desgaste físico, muy delgado y ojeroso en los días del pico de la epidemia. Toda vez que España entró a finales de junio en la «nueva normalidad», la crisis sanitaria ha perdido gravedad.
Además, tras concluir el estado de alarma la gestión directa del problema ha pasado a las comunidades autónomas, lo que resta relevancia al rol de Simón. Nada cambia por el hecho de que el médico se haya tomado un fin de semana de asueto con su familia en Portugal, disfrutando de su afición al surf. Bien se lo merece después del enorme esfuerzo que ha hecho por todos nosotros, y además sin perder nunca la compostura.
-El doctor Simón se ha equivocado marchándose a Portugal el fin de semana. El número de contagios está superando ya los de finales mayo y los 19 primeros días de junio, cuando todavía estaba en vigor el estado de alarma (pero por entonces Simón comparecía en televisión a todas horas y parecía imprescindible).
Mientras Simón surfeaba, Cataluña comunicaba 994 casos más en 24 horas y hay en la comunidad más de cuatro millones de vecinos sometidos a restricciones (se recomienda no salir de Barcelona y están prohibidas las reuniones de más de diez personas).
Hay brotes por toda España. Solo en una fiesta en Córdoba se han registrado 73 positivos y en una zona de ocio de Gandía, 70. La situación dista mucho de estar controlada. Al revés, se agrava día a día. Simón ha ofrecido además un mal ejemplo, porque había aconsejado desplazarse lo menos posible.
Mientras los españoles tienen la orden de llevar mascarilla a tiempo completo en diez comunidades autónomas (incluso en las playas), nuestro jefe sanitario se pasea sin ella por un arenal portugués y habla sin protección alguna con el dependiente de una tienda playera.
Simón tiene derecho a descansar, por supuesto, pero se ha equivocado saliendo de España en este momento. Todavía no ha logrado facilitar el número real de muertos y las cifras de contagios que ofrece no encajan para nada con las de las comunidades.
Demasiada tarea pendiente como para irse a cabalgar olas a otro país.
Y ahora: usted elige.
Luis Ventoso ( ABC )