
» ¿ SUSTO O MUERTE » ?
A comienzos de este año, la editorial de Pedro Sánchez lanzó el siguiente reclamo publicitario: «Por primera vez en la historia de la democracia española, un presidente publica un libro durante su mandato, solo medio año después de haber accedido al cargo». Ciertamente suponía un hecho asombroso.
Ningún presidente había publicado jamás un libro comercial estando en ejercicio, pero por una razón muy sencilla: la Constitución y la Ley del Alto Cargo de marzo de 2015 prohíben expresamente que un mandatario de ese rango mantenga «actividad profesional o mercantil alguna» que no sea la que deriva de su puesto. Es decir, no puede por ley tener una relación de empleo o prestación de servicios con una editorial. Y así fue hasta que llegó Sánchez.
Otra razón por la que los presidentes en activo no traban relaciones pecuniarias con editoriales es que de hacerlo se establecería un vínculo con ellas que cuestionaría su independencia, y más si como en este caso la editorial forma parte de un grupo mediático. «Manual de resistencia» se publicó el 19 de febrero del presente año, cuando Sánchez ya llevaba más de ocho meses al frente del Gobierno.
En el libro de memorias cuenta su carrera política, incluida su llegada a La Moncloa y sus primeras medidas. Una fotografía en primer plano del presidente ocupa la portada y el único nombre que figura es el suyo. Sin embargo, en páginas interiores el presunto autor confiesa que el libro ha sido escrito en realidad por la periodista Irene Lozano, a la que Sánchez había nombrado secretaria de Estado en octubre de 2018, utilizando así como negro para un fin comercial a un miembro del Gobierno.
Como se acerca Halloween, moda estadounidense que nos ha colonizado, podríamos decir que la situación de Sánchez con su libro es de «susto o muerte». O ha mentido en la declaración de actividades previa a su llegada a la presidencia, o ha incumplido la ley al cobrar por un servicio a una editorial ocupando un cargo público. Veamos:
La Ley 3/2015 Reguladora del Ejercicio del Alto Cargo en la Administración del Estado obliga a que al llegar a su puesto el presidente presente una «declaración de actividades» de los dos años previos. Y Sánchez entregó esa declaración, pero solo refirió actividades e ingresos como diputado y como dirigente del PSOE. No informó de contrato alguno con una editorial.
Pero cuando vuelve a ser elegido diputado, en abril de 2019, declara al Congreso un cobro de derechos de autor de 16.600 euros. El pago de la editorial por sus memorias. Si Sánchez firmó ese contrato y percibió ese dinero siendo presidente, incumplió la ley (por mucho que alegue que luego donó parte del ingreso). Y si hubiese firmado el contrato en los dos años previos a su llegada a la presidencia, entonces habría mentido en la declaración de actividades que efectuó tras su toma de posesión.
En una democracia normal hoy habría un enorme revuelo y el presidente tendría un pie en la calle, pues o mintió en su declaración o incumplió la ley. Aquí, por supuesto, será una anécdota. Es progresista.
Luis Ventoso ( ABC )
viñeta de Linda Galmor