
Pedro Sánchez se ha equivocado al elegir a Isabel Díaz Ayuso, no ya como rival sino como enemiga, porque una piedra en el camino o una china en el zapato pueden ser más demoledoras que el cúmulo de irregularidades que ha perpetrado desde que se miró al espejo y descubrió que era un guapito de cara.
Él sabe por experiencia personal que plagiar una tesis, mentir como si no hubiera mañana, aliarse con el lumpen político y declarar secreto oficial las jaranas con sus colegas en edificios patrimonio del Estado, no tiene ninguna consecuencia electoral, penal ni mediopensionista, pero ha cometido el peor error de su vida al elegir como enemiga a la mujer equivocada.
Gracias a Sánchez y a su vicepresidenta Calvo, Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en una líder nacional porque no existe ningún otro presidente de Comunidad Autónoma en España al que se le sirva en bandeja desde el ejecutivo la oportunidad de confrontar a diario ideas y propuestas con el Presidente del gobierno que, por lo general está ausente de la acción política y solo regresa para ponerle en suerte una respuesta que cada vez le da más votos.
Sánchez y su vicepresidenta Calvo son dos feministas de vocabulario, porque todo lo resuelven poniéndole una “a” al final de cada palabra o repitiendo el “todos y todas” como si fuesen seguidores de Hare Krisna que cantan salmos sin ninguna convicción, pero esta vez la mujer a la que han elegido como enemiga les ha pillado con el paso cambiado y les trae a maltraer, porque no solo está gestionando la crisis sanitaria y económica como mejor sabe y puede, a pesar de la oposición que le hace el gobierno central, sino que es la única dirigente política que ha conseguido que desde otros lugares de España y de Europa miren a Madrid como el lugar donde la salud y la economía no son incompatibles.
Algunos despistados creen que Díaz Ayuso es débil, y a falta de argumentos la llaman loca, pero es una mujer fuerte con convicciones y sin complejos que sabría batirse en un duelo al sol con quien fuese su rival, como hacían las mejores pistoleras del Far West.
Me resulta sorprendente la torpeza de “Producciones Redondo” y me extraña que el del bisoñé no les haya aconsejado a sus clientes que cambien de estrategia, porque lo único que están logrando es calentarles la cabeza a los votantes del PSOE al tiempo que movilizan a todo el electorado centro derecha que no se piensa perder su cita con las urnas en próximo 4 de mayo.
Isabel Díaz Ayuso no tiene nada que ver con la caricatura que han dibujado de ella los que la odian y sus acólitos mediáticos. Es una mujer sin complejos, una política atípica que le está haciendo perder el sueño, de verdad, a su más ferviente odiador.
Diego Armario