TODAS LAS MUJERES

Hay una forma de robar que consiste en apropiarse en exclusiva de una idea, de un concepto, de una causa o de una reivindicación, y aunque ese hecho no esté penado por la ley, no por eso deja de ser un abuso injusto.

Lo cierto es que nos hemos acostumbrado a que cualquier personaje gritón y sin discurso propio se erija en el oráculo de esa exigencia social , absolutamente digna y necesaria como es la defensa de los derechos de la mujer y su igualdad en todos los planos con los que la ley asiste a los hombres, y la defienda de forma excluyente porque lo importante no es a favor de quién se promueve sino en contra de quién  se utiliza.

Estos portavoces son por lo general, escasamente listos y esféricamente simples, carecen de un discurso elaborado, disponen de cuatro o cinco palabras encadenadas y entienden que la mejor forma de defender esas reivindicaciones consiste en escenificar amenazas contra los hombres decentes y respetuosos con esos derechos de la mujer, porque creen que no hay ni uno que merezca salvarse.

Juegan con el lenguaje inclusivo, como si esa fuese la panacea de la igualdad, y elevan a los altares paganos palabras como heteropatriarcado y micromachismo. No les importa tener como socios de esa causa a consolidados machirulos que hablan de “azotar a las mujeres en una relación sexual, hasta que sangren”, y guardan silencio antes las agresiones o injusticias que públicamente se cometen contra otras mujeres cuando éstas no pertenecen a su sindicato político o ideológico.

Hoy es el día de la mujer y yo lo celebro y lo reivindico, y escribo a favor de esta causa digna y necesaria, porque lo contrario sería injusto, pero me rechinan, desde un punto de vista estético e intelectual, las manifestaciones soeces que las convierten en seres zafios, poco aseados, con sus cuerpos desnudos pintados de eslóganes, orinando en las calles y reivindicando la castración de los varones.

La mujer en España, en la universidad, en la investigación, en la literatura, en la medicina, en las fuerzas armadas, en las ONGs y en oficios diversos, como conductoras de autobuses u otras actividades, compite con el hombre y lo supera en muchos casos en calidad y cualidad, pero es cierto que también hay otras muchas sometidas, maltratadas, asesinadas, no reconocidas, que cobran salarios escasos. madres de familia o jubiladas con pensiones indignas.

Ésa es la reivindicación de este día. La lucha por la igualdad y la justicia en favor de las mujeres, de todas las mujeres y no solo de las que están asociadas a una causa excluyente que es la que quieren visibilizar las que mezclan churras con merinas, república con monarquia , aborto con familia, derecha con izquierda y consumo con cambio climático, porque la diarrea mental nunca fue buena.

Diego Armario