UN PRESUPUESTO MUY CARO

El futuro político más inmediato, con unos presupuestos que engrasen la maquinaria de la economía, parece despejado. Una buena noticia, que permite a Rajoy ver el horizonte de 2019 a su alcance. Pero muchos hubiésemos preferido unas elecciones anticipadas, antes que esta cesión al chantaje de las minorías, que operan como catalizadores de la pérdida del valor del interés común y del carácter institucional del Estado.

La política, de todos modos, es el arte de lo posible, pero debe estar orientada siempre al bien común, y ceder a las egoístas propuestas de los nacionalismos periféricos ha desembocado en el envalentonamiento desleal de las minorías. Es cierto que gobernando sin mayoría ni lealtad institucional el gobierno está obligado a pactar a cualquier precio.

Tampoco carece de razón nuestra advertencia de que así, cediendo a las minorías ventajistas, no vamos por el buen camino. Tal vez todos estemos obligados a hacer más pedagogía y aprender algo más de cultura política, en medio de tanta simpleza y corrección.

El Astrolabio ABC