
UNIÓN 78
La situación que padece España, con un nacionalismo desleal y envalentonado frente a un Gobierno central de evidente fragilidad y rehén de esos partidos independentistas, hace que mucha gente viva en cierto pasmo, cuando no en un susto.
Con frecuencia, se escucha un lamento de resignación entre los pasmados y los asustados, conformes con la incapacidad de la sociedad para reaccionar. La verdad es que, en democracia, el ciudadano puede actuar de muchas maneras, pero básicamente mediante el voto.
Y de ese escrutinio de las urnas del 10-N ha resultado una situación tan endiablada que nos condena a lamentar el aventurerismo de este Gobierno, pero poco más.
Por eso tiene tanto valor la aparición del movimiento «Unión 78». Se trata de la voz de políticos e intelectuales de dilatada y limpia trayectoria, cuyo compromiso con los valores democráticos está fuera de toda duda.
Se suman a otras plataformas que demandan un debate crítico sobre el momento actual y que pueden actuar de palanca para que los votantes reflexionen en serio sobre el futuro que nos espera: nada bueno para la unidad de España, a tenor de lo que ayer ocurrió en La Moncloa.
El Astrolabio ( ABC )