
URGE DEJAR ATRÁS EL PAÍS DE » NUNCA JAMÁS »
Empiezan las rebajas. Y no me refiero a las de los comercios, obvio. Hablo de las del Gobierno. Era de esperar. Se tornaba casi obligado por previsible. No se pueden vender promesas para arrancar votos al electorado y vivir eternamente en el plano de las hipótesis.
O de la imaginación. Sobre todo, la del presidente, Pedro Sánchez, que vive en el mismísimo país de Nunca Jamás, esa isla ficticia del famoso cuento de Peter Pan, donde los niños perdidos no crecen y donde conviven tanto piratas, como hadas y sirenas.
Y así de perdido está nuestro jefe del Ejecutivo, rodeado de sus piratas, hadas y sirenas -y de los que no son exactamente los suyos-, a quienes se les ha sobrevenido el primer golpe de realidad. Porque el Gobierno socialcomunista no ha podido con las presiones de la fuerte clase empresarial española -¡a ver quién crea empleo en este país-, por lo que finalmente ha tenido que renunciar a subir el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los mil euros este ejercicio tal y como se comprometieron socialistas y podemitas con sus electorados.
Y con el de otros, claro. El alza que se aplicará en 2020 será del 5,5%, lo que dejará este indicador en 950 euros. El incremento afectará a más de tres millones de trabajadores y tendrá efectos retroactivos al 1 de enero. Un aumento que a los empresarios les sigue pareciendo alto, ya que negociaban como máximo un 3%, pero se dan con un canto en los dientes.
Esta subida hará daño a muchos autónomos y empresarios, pero hubiese sido bastante más terrible para todos subirlo de golpe a mil euros, sobre todo para una parte de la economía que no lo aguantaría, especialmente la España vaciada.
¿De quién es entonces la victoria? De Unidas Podemos desde luego no. Y del presi, tampoco. Es una derrota, de facto, para el Gobierno socialcomunista. La primera. El primer «donde dije digo, digo Diego». Una derrota que se veía venir y para la que se estaba preparando el terreno de cara a los ciudadanos desde hace días.
El acuerdo, firmado desde el lunes, ha estado pilotado por el propio Pablo Iglesias reunido con los agentes sociales, esto es, con empresarios y con los representantes de los sindicatos, UGT y CC.OO. ¿El éxito? Se trata del primer acuerdo de legislatura y sienta las bases para lanzar medidas desde el diálogo. Mejor así.
Pero ojo a lo último que ha prometido Sánchez en Davos: «Seguiremos corrigiendo burbujas y excesos para hacer la economía española más fuerte, desde el rigor fiscal y el saneamiento de las cuentas públicas, manteniendo nuestro compromiso con la reducción del déficit y el endeudamiento».
¡Pues como no recule en más medidas prometidas del lado del gasto nuestro particular Peter Pan seguirá instalado en Nunca Jamás y el resto de España, en otra realidad paralela! Pero, la verdadera.
María Jesús Pérez ( ABC )