Ebrio de luz,
tardó en morir el día
sobre el disco cromático de fuego.

El jilguero calló,
cesó el apego
del soplo vital,
que el aire revivía.

El fulgor mutó
su brillo con la umbría
y el carrusel del cielo quedo ciego.

Dijo la tarde adiós,
la vida luego
se despidió del sol… Anochecía.

Feliz descanso y mucho ánimo.

Categorizado en:

Humanidad,

Última Actualización: 20/01/2023

Etiquetado en: