Aquel genio de ambición,
que en su delirio profundo,
hizo al mundo
sepulcro de su Nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir.
Y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe luchar.
Feliz tarde y mucho ánimo.