
Buenas tardes:
En el vaivén de mis sentimientos,
nos perdimos entre perdones y rencores,
hasta que todo quedó en silencio
y un sin fin de sin sabores.
Dejando un desierto de poemas muertos,
miles de palabras bellas pero banales,
disueltas por el implacable viento,
ya de aquellos reconfortantes amores,
no ha quedado ni siquiera un leve eco.