Era una mañana
y abril sonreía,
frente al horizonte dorado,
moría la luna,
muy blanca y opaca,
tras ella,
cual tenue ligera quimera,
corría la nube,
que apenas enturbia una estrella.
Como sonreía la rosa mañana,
al sol del oriente,
abrí mi ventana
y en mi triste alcoba,
penetró el oriente,
en canto de alondras,
en risa de fuente
y en suave perfume,
de flora temprana.
Era una clara mañana,
de melancolía,
Abril sonreía.
Yo abrí las ventanas…
Feliz Martes y mucho ánimo.